Hasta ahora se aplican modelos de producción lineales, es decir, las empresas e industrias extraen, producen, consumen y desechan. La economía circular es un modelo de producción y consumo que plantea un crecimiento sostenible en el tiempo.
Con la economía circular se promueve la optimización de recursos, la reducción en el consumo de materias primas y el aprovechamiento de los residuos, reciclándolos o dándoles una nueva vida para convertirlos en nuevos productos.
¿Qué beneficios tiene la economía circular?
1. Protege al medioambiente
Reduce las emisiones, minimiza el consumo de recursos naturales y disminuye la generación de residuos.
2. Beneficia la economía local
Puede beneficiar la economía local al fomentar modelos de producción basados en la reutilización de residuos cercanos como materia prima.
3. Fomenta el empleo
Estimula el desarrollo de un nuevo modelo industrial más innovador y competitivo, así como mayor crecimiento económico y más empleo.
4. Favorece la independencia de recursos
La reutilización de los recursos locales puede favorecer una menor dependencia de la importación de materias primas.
¿Cuáles son los principios de la economía circular?
Casi todos conocemos la regla de las 3R: reducir, reutilizar y reciclar. Es decir, lo que se obtiene de la naturaleza vuelve a ella al agotar su vida útil, de una manera cíclica y respetuosa con el entorno. Pero ¿sabías que hay otras cuatro reglas? Estas 7R son los pasos necesarios para alcanzar una economía circular:
Rediseñar
Pensar y diseñar los productos de modo que su proceso de fabricación consuma menos materias primas, se alargue su vida útil y genere menos residuos (o al menos residuos que sean más fáciles de reciclar). De este modo se incrementa la protección al medio ambiente.
Reducir
Cambiar nuestros hábitos de consumo hacia un modelo más sostenible. Si reducimos el consumo, se evita la generación de residuos, el gasto de materias primas y, por lo tanto, se reduce el impacto en el medio ambiente.
Reutilizar
Usándolos de nuevo o dando otra utilidad a los productos alargamos su vida útil.
Reparar
Hasta ahora, cuando un producto se estropeaba tendíamos a reemplazarlo. Sin embargo, repararlo no solo es más económico, sino que evita el uso de nuevas materias primas, ahorra energía y no genera residuos al medio ambiente.
Renovar
Actualizar objetos antiguos para que se puedan volver a utilizar como vintage, como por ejemplo los muebles.
Reciclar
Promover las mejores prácticas en la gestión de los residuos y utilizar aquello que sea posible como materia prima para la fabricación de nuevos productos.
Recuperar
Dar nuevos usos a productos que se van a desechar, por ejemplo, utilizar las botellas de plástico para crear sistemas de riego, maceteros o comederos de aves.